El reverso lamentable del «emprendimiento digital»

Cancamusas, banalización, narcisismo y vendehumos

tripu
6 min readSep 16, 2017
Creative Commons CC0

Una de mis tareas recurrentes en Remember The Milk se llama «check events for next week» y es un recordatorio semanal: cada viernes, al acabar la jornada, intento echar un vistazo a algunos de los conciertos, exposiciones, charlas, meetups, talleres, etc. que están anunciados en Madrid o alrededores para la semana siguiente. Lo hago ojeando varias URLs y fuentes RSS de una pequeña lista que mantengo: desde la agenda de la Fundación Ramón Areces hasta el RSS de escepticos.es, pasando por los grupos de meetup.com en Madrid y las actividades del Instituto Juan de Mariana.

Ayer, entre los títulos y descripciones que leí por encima, encontré —una semana más— un par de entradas dignas de facepalm y de vergüenza profesional ajena. Si eres asiduo o cómplice en círculos de emprendedurismo, start-ups, software, tecnología y cosas así, probablemente estés acostumbrado a estas cosas y no te sorprenda mucho lo que voy a compartir. Si es tu caso, hoy te propongo que leas los anuncios de estas dos charlas con la mente limpia y un espíritu crítico.

Creative Commons CC0

El primer evento se titula:

«[Workshop] How to Growth Hack Your Personal Brand»

(El taller es en español. ¿Por qué el título en inglés?) «Personal brand» es uno de esos conceptos que deberían provocar urticaria moral a quien lo manejase, y activar el modo escéptico entre los que lo escucharan. Tú no eres una marca (o no deberías aspirar a serlo). ¿Por qué no hablar mejor de «personalidad», de «carácter» o incluso de «prestigio profesional»? En español también hay palabras para definir a alguien que intenta «hackear» habilidades y virtudes que, por definición, solo florecen con tiempo, trabajo, perseverancia y honestidad: «fantasma», «trepa», «cretino», «engañabobos».

Algunas perlas extraídas de la descripción del evento:

«Advertencia: construir una marca personal y alcanzar un nivel de influencia que te permita monetizar, supone una inversión de meses y trabajo constante.»

No shit. El ponente nos va a descubrir que alcanzar influencia en cualquier campo profesional require esfuerzo y paciencia. Una revelación mesiánica. Nada de perseverar durante unas horas, o unos días, no… ¡Meses! Son necesarios meses para ser tan bueno haciendo lo que haces como para que alguien te pague y puedas vivir de ello. Prepárate para trabajar duro durante al menos un trimestre antes de alcanzar el estrellato. Pedazo de iluso.

«¿Cuantas [sic] veces has escuchado? [sic] Publica en LinkedIn, sube videos [sic] a YouTube, comparte fotos en Instagram o promociona tus historias en Twitter para hacer crecer tu marca personal.»

Demasiadas veces, lo he oído (menos veces escuchado). Casi siempre, de boca de narcisistas cancamuseros. Obsérvese que, por lo leído hasta ahora, lo de menos es el contenido: da igual qué aparezca en esas fotos, de qué asuntos traten esas historias o la calidad de lo que escribas en LinkedIn. Tu «marca personal» crecerá como la espuma si usas esas bien herramientas, ya seas el ministro de sanidad o un operador de carretillas a motor. El medio es el mensaje. Chúpate esa, McLuhan.

«¡La cruda realidad: a nadie le importa!»

No shit.

«Nadie te va a regalar un “me gusta” y mucho menos seguir, salvo que compartas algo diferente y con valor.»

No shit. ¿Por qué no empezar por ahí, entonces: por el valor y la originalidad de lo que se produce?

«Construir tu influencia consiste en identificar para quien [sic] eres relevante, que [sic] necesita, cuál es el mejor canal y medio con el que puedes ayudar. Cuando lo encuentres tendrás que dar gratis, una y otra vez, antes de recibir. No hay límites, cuando construyes tu reputación: tu audiencia puede llegar a ser tan leal que no importe que [sic] ofrezcas y a qué precio “NO porque tu publicidad es la mejor del mundo” “SÍ porque saben que ofreces valor, porque formas parte de sus vidas, porque tu marca les hace mejores”. ¡Todo depende de tu creatividad y nivel de compromiso!»

Ya se sabe: el emprendimiento digital y la economía colaborativa pasan por dar gratis. Mucho gratis. Mucho gratis de algo. Pero luego formas parte de sus vidas y te siguen y te dan muchos «me gusta». Entonces ya puedes hacer del mundo un lugar mejor.

«¡Da el primer paso, persigue tus sueños y alcanza la vida que deseas, apuntándote a este taller!»

Me comentan que el primer borrador de la charla añadía lo siguiente, que el ponente decidió eliminar a última hora: «¡acaba con tus deudas, recupera la densidad capilar y echa al menos tres seguidos sin sacarla, gracias a estos sencillos consejos y en solo unas horas!»

Public Domain, FDA

La otra charla que quería compartir con vosotros llevaba por título:

«Lo que Todos Podemos Aprender de los Creadores de Youtube»

Esto suena interesante. Estoy seguro de que hay mucho que aprender de los creadores de Youtube. YouTube fue una herramienta novedosa, y sus creadores se hicieron ricos. Los tres. Tanto Chad Hurley como Steve Chen y Jawed Karim.

«Veremos cómo Youtube pasó de ser un medio a una plataforma de co-creación y progreso colectivo. ¿Quién no ha oído hablar del chihuahua que baila flamenco?»

I kid you not. Este párrafo, tal cual, es parte de la descripción del evento. Palabra. (Por cierto, yo he visto muchos vídeos chorras en YouTube, pero creo que no he visto el del chihuahua que baila flamenco. Debo vivir anclado en el Siglo XX.)

«El objetivo será mostrar los principios y best practices que YouTube ha generado en relación a a [sic] innovación y el movimiento de start-ups. Tras una pequeña intro, [el ponente] analizará algunos de los principios de innovación en YouTube: Growth Hacking. Inteligencia colectiva, Agilidad, Prototype mindset…creando un nuevo paradigma de influencia: Los YouTubers son start-ups.»

Ah. Ahora entiendo. Los «creadores de YouTube» no son los que crearon YouTube, sino PewDiePie, elrubiusOMG y HolaSoyGerman. Los influénsers, en definitiva. En esta charla aprenderemos que todos ellos contribuyen a una suerte de «inteligencia colectiva», gracias a una serie de best práctises. También aprenderemos que growth hacking is definitely a thing.

«Información, aprendizaje y entretenimiento son los 3 pilares que están creando una nueva sociedad en las [sic] que las start-ups son la base de innovación y crecimiento, los YouTubers los influencers más actuales y el conocimiento está disponible para todos.»

Baste decir que la Biblioteca de Alejandría no contaba entre sus fondos con vídeos de chihuahuas bailando flamenco. Ese dato por sí solo ya nos da una idea de los pasos de gigante que la humanidad ha dado. La evolución geométrica de los últimos años ha posibilitado, por fin, acceso universal a instrucciones detalladas para esconder con éxito excrementos de perro entre los cojines de nuestros compañeros de piso, para conseguir la mejor iluminación posible en la habitación y para componer el plano óptimo desde donde grabarlo todo.

«[El ponente] nos hablará sobre estos tres pilares y sobre todo lo que podemos aprender de los creadores -y consumidores- de video [sic] en Youtube y las posibilidades que está generando a todo tipo de públicos, especialmente los emprendedores y start-ups a nivel de contenido.»

A nivel de calidad, esta descripción genera dudas a todo tipo de públicos.

«Sobre el ponente: […] Su background es bastante variado: si necesitas algo sobre psicología, estadística, comportamiento social, pensamiento creativo, pasando por psicoterapia, coaching, facilitadora de grupos…hasta lecturas del tarot -serias-, meditación y técnicas de yoga…puedes contar con ella!»

Esta parte final fue la que me ayudó a terminar de decidir si ir o no a la charla. El nombre de Leonardo da Vinci me vino a la mente. Por la formación humanista. También me vinieron a la mente los nombres de Deepak Chopra, Alejandro Jodorowsky (por lo del tarot), Maricarmen y sus Muñecos y Bernie Madoff.

BY 4.0, Wellcome Library, London

En fin. Si, como yo, formas parte de este mundillo tecnológico de una forma u otra, resiste la pereza intelectual de aceptar como disruptivo y cuatropuntocérico cualquier producto o propuesta que se vista de seda digital. Tu sano escepticismo y tus pies en la tierra contribuirán a hacer del mundo un lugar mejor.

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